Interpretación del Tao Te King (Dao De Jing) Capitulo XII: “Conteniendo El Deseo- Regulando la Mente

Este tratado sobre la Ley Natural (Tao/Dao) y su manifestación (Te/De) nos habla de las leyes universales y como estas se aplican en diversos aspectos de la vida. En esta interpretación, se hace un análisis tanto social/político, como también de cultivo interno (Chikung/Taichi), el manejo de la mente y el Chi.

El profesor Daniel Chadud hace una interpretación del Capítulo XIII del Tao Te King, que nos habla sobre como elegir con sabiduría, en medio de las múltiples elecciones que existen, sin caer en los extremos de eliminar o abusar de los placeres mundanos. Es impresionante como esta sabiduría ancestral, escrita hace más de 2.500 años, sigue siendo tan vigente para los desafíos actuales que vivimos en nuestro mundo moderno.

Tao Te King (Dao De Jing)

Capitulo XII: “Conteniendo El Deseo – Regulando la Mente”

Por Daniel Chadud

Los cinco colores enceguecen a las personas

Los cinco tonos musicales ensordecen a las personas

Los cinco sabores hacen perder el gusto a las personas

Montar caballos para ir de cacería enloquecen el corazón de las personas

Los objetos preciosos generan apego y desvían la conducta

Por eso el sabio,

alimenta el vientre (nutre el Dantien Inferior con Chi)

y no sus ojos (vacía el deseo)

Rechaza esto (atracciones) y toma aquello (cultivar el Chi)

En la tradición china, la teoría de los cinco elementos es usada para explicar como se construyen las múltiples variaciones de un fenómeno, a partir de combinar los cinco elementos fundamentales. Basado en esto, podemos inferir que en este capítulo se enumeran cinco colores, tonos y sabores, para describir la multiplicidad de sensaciones que las personas pueden experimentar y como el exceso de estimulación satura y confunde el corazón de las personas (mente emocional).

Como los chinos analizan la mente desde dos polaridades; mente emocional (Xin) y mente sabía (Yi), consideran que cada vez que la mente emocional es sobre estimulada, confunde el pensamiento y la mente sabía no es capaz de dirigir nuestro comportamiento.

Todas las culturas ancestrales, sin excepción, comparten esta reflexión sobre como desarrollar la sabiduría y el cultivo espiritual. Contener el deseo, la ambición desmedida y la búsqueda de sensaciones intensas, es ineludiblemente un requisito básico para poder equilibrar la mente emocional, manejar los pensamientos impulsivos (auto-control) y así poder desarrollar la mente sabía o consciencia espiritual.

Algunas corrientes religiosas o morales, han planteado que el camino sería la prohibición, represión o supresión de los placeres mundanos. La evidencia histórica, nos ha enseñado que lejos de solucionarlo, muchas veces empeora las cosas (el remedio termina siendo peor que la enfermedad). Dado que los estímulos mundanos son parte de nuestra naturaleza humana, cuanto más presionamos en la dirección de la prohibición, más se devuelve en el sentido contrario, con la misma fuerza e intensidad. La acción y reacción es una de las reglas de la naturaleza que no podemos evitar. Por ende, más que reprimir, debemos aprender a regular. El llamado “camino del medio” parece ser la mejor forma de mantenernos centrados y enraizados, para poder evolucionar equilibradamente, sin negar nuestra propia naturaleza.

En ese sentido, la mente emocional debe evitar el apego desmedido a los objetos preciosos y las sensaciones intensas, así como no caer en el rechazo neurótico hacia el dolor, tanto físico como emocional. En palabras del Dalai Lama, si somos capaces de mantener una “santa indiferencia” sobre el apego, el deseo, el placer y el dolor, seremos más libres y centrados, para poder desarrollar nuestra sabiduría interna y nuestra conexión espiritual.

Al final del capítulo, Lao Tze complementa el trabajo de regular la mente y el deseo, con un trabajo interno de Chikung, donde remarca la centralidad del cultivo del Chi en el Dantien Inferior como una actividad central de la práctica espiritual. Con esto, se desmarca de otras corrientes espirituales que limitan el trabajo interno únicamente a una disciplina moral o filosófica, complementándolo con el trabajo integral cuerpo-mente-espíritu que posee el Chikung. No solo se preocupa de vaciar el deseo (no alimentar el ojo), sino que también del cultivo energético-espiritual del Chikung (alimenta el vientre).

Sin dudas, este es uno de los caminos más trascendentales para el ser humano, siendo inexcusable la centralidad de este trabajo interno, para poder evolucionar íntegramente.